En el año 1961, seis  hermanas valientes de las provincias de Alemania, decidieron servir a Dios en los más pobres en un pueblo de los Andes del Perú, llamado Abancay. El viaje lo hicieron en barco hasta Callao durante tres meses, con todos los efectos que tiene el viaje para personas que pocas veces viajan por este medio y llegaron el 13 de abril. Luego de unos meses se dirigieron a Abancay dónde fueron recibidas calurosamente por la gente.

Comenzaron muy pobremente a atender a los enfermos en el primer centro de salud. Con el poco apoyo del gobierno y la gestión de ellas para conseguir donaciones de Alemania, se consiguió edificar un hospital más digno.

Muy pronto se vieron mayores necesidades, por ejemplo, la atención de niños huérfanos, que en algunos casos fueron abandonados en el hospital, es así que fundaron el Orfanato “Casa de la Divina Providencia” en el año 1965.

Pronto algunas jóvenes fueron atraídas por la misión tan abnegada de estas hermanas y se fundó el noviciado de las Hermanas de la Divina Providencia al que año tras año fueron ingresando siguiendo su vocación religiosa.

Luego de la formación inicial, las hermanas peruanas, también iniciaron su formación profesional, como enfermeras, maestras y catequistas pues era necesario responder a la misión para el que fue fundada la Congregación.

Desde nuestra fundación en Perú las hermanas de la Divina Providencia prestamos servicio en loscolegios, hospitales, parroquias, seminarios y evangelizamos a través de la catequesis sacramental y labores sociales, por medio de los cuales queremos hacer más visible el amor providente de Dios en el mundo.